El Servicio al Señor debe ser con orden y cuidado. Amamos servir al Señor cuidando de cada detalle antes, durante y después de cada servicio y/o evento de la Iglesia.
“Habitar en la casa del Señor, todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor y recrearme en su templo.” Salmos 127:4